En los esfuerzos de conservar la biodiversidad, los biólogos y conservacionistas se enfrentan con el reto de identificar y preservar la funcionalidad de los procesos ecológicos y evolucionarios que se necesitan para sostener las poblaciones y las especies frente a los cambios globales y otras amenazas. Cualquier primer paso en un plan de conservación, in o ex situ, debería ser definir la unidad taxonómica a ser conservada. Muchas veces esta unidad será una especie, pero en algunos casos establecer múltiples, unidades intraespecíficos de manejo mejorará nuestra habilidad de sostener poblaciones viables y mantener el contexto para la adaptación enfrentando un ambiente cambiante. Delimitar el manejo de estas unidades (muchas veces llamadas unidades significativas evolucionarias o USE) puede ser desafiante, pero una parte critica para el manejo exitoso, especialmente para taxones poco conocidos o altamente variables.
Las unidades de manejo de conservación (ya sea que sean especies o unidades intraespecíficas) son generalmente definidas en variaciones en una o más características heredables (fenotipos). Históricamente, estas características fueron muchas veces morfológicos (por ejemplo, tamaño, forma, color), pero más y más estudios están considerando variaciones genéticas (por ejemplo, haplotipos de ADN mitocondrial o genotipos) también. Tanto los fenotipos morfológicos como los genéticos pueden ser engañosos. Mientras un tipo de característica no es necesariamente mejor o más informativo que otro, considerar variaciones en tanto las características morfológicas y genéticas puede ser una manera particularmente poderosa de reducir el riesgo de desarrollar planes de manejo que sean ineficientes, o peor, inefectivos en conservar el taxón de interés.
What do we risk by considering only morphological variation? Populations that are genetically distinct, yet morphologically indistinguishable (cryptic variation) may go undetected if only morphological traits are considered. This could lead to management plans that either: (A) capture only a portion of the extant genetic variation (if management happens to focus on just one of the cryptic, genetic groups) and are therefore at increased risk for negative effects from inbreeding, or (B) suffer from problems with outbreeding or even the unintentional hybridization of cryptic species if genetically-distinct individuals are unknowingly bred with one another.
¿Qué arriesgamos al solo considerar variaciones morfológicas? Las poblaciones que son genéticamente distintas, pero morfológicamente indistinguibles (variaciones cripticas) pueden pasar desapercibidas si solo se utilizan características morfológicas. Esto puede llevar a planes de manejo que ya sea: (A) capturar solo una porción de la existente variación genética (si el manejo solo se enfoca en uno de los crípticos, grupos genéticos) y por lo tanto están en un mayor riesgo de los efectos negativos de la endogamia, o (B) sufren de problemas sin la endogamia o hasta la hibridación sin intención de las especies crípticas si son reproducidas con individuos genéticamente distintos.
¿Qué arriesgamos al solo considerar variaciones genéticas? Las poblaciones que son morfológicamente distintas, pero genéticamente similares (tal vez por polimorfismo hereditario, o variaciones no hereditarias) puede que necesiten separarse en unidades de manejo. Si las faltas de variaciones genéticas sugieren que el flujo de genes está ocurriendo, a pesar de diferencias morfológicas entre las poblaciones, establecer muchas unidades de manejo morfológicamente basadas no solo pueden llevar a problemas innecesarios con la consanguinidad, pero definitivamente también gastaría muchos recursos de conservación muy valiosos.
Cuando sea posible, el conservacionista debería luchar por primero llevar a cabo o apoyar análisis filogenéticos y morfológicos para determinar que poblaciones son distintas y requieren manejo independiente. Ejemplos de tales análisis de la comunidad de anfibios incluye: ALLENOFT et al., 2009; BEAUCLERC et al., 2010; DALY et al. 2008; KRAAIJEVELD-SMIT et al., 2005; MORGAN et al., 2008; ZIPPEL et al., “2006”.
La investigación en el 2012 por Crawford et al. Uso un enfoque de código de barras de ADN para estudiar variaciones de ADN mitocondrial en poblaciones cautivas de 10 especies de anfibios Neotropicales mantenidas en un programa de seguridad ex situ, y encontraron que tres de las diez especies albergaba diversidad genética críptica substancial dentro de las poblaciones ex situ, y otras tres especies albergaba diversidad criptica entre poblaciones silvestres, pero no en cautiverio. Los esfuerzos de conservación ex situ enfocados en anfibios son por lo tanto vulnerables a una taxonomía incompleta guiando a mala identificación entre especies cripticas. Ver código de barras de ADN aplicado a programas de conservación ex situ de anfibios tropicales revela diversidad criptica en poblaciones cautivas, para más información.
El siguiente paso es reunir a los expertos con conocimiento de las especies (u otra unidad funcional) in situ para identificar las amenazas y los requisitos de acciones de conservación. El AArk trata de hacer esto a través de los Talleres de Evaluación de Necesidades de Conservación.
Ver la página de Establecer Programas de Anfibios Ex Situ para mayor información en implementar programas de conservación de anfibios.
Literatura citada
ALLENTOFT, M. E., SIEGISMUND, H. R., BRIGGS. L. & ANDERSEN, L. W., 2009. – Microsatellite analysis of the natterjack toad (Bufo calamita) in Denmark: populations are islands in a fragmented landscape. Conserv. Genet., 10: 15-28.
BEAUCLERC, K. B., JOHNSON, B. & WHITE, B. N., 2010. – Genetic rescue of an inbred captive population of the critically endangered Puerto Rican crested toad (Peltophryne lemur) by mixing lineages. Conserv. Genet., 11: 21-32.
Crawford, A. J., Cruz, C., Griffith, E., Ross, H., Ibáñez, R., Lips, K. R., Driskell, A. C., Bermingham, E. and Crump, P. (2012), DNA barcoding applied to ex situ tropical amphibian conservation programme reveals cryptic diversity in captive populations. Molecular Ecology Resources. doi: 10.1111/1755-0998.12054
DALY, G., JOHNSON, P., MALOLAKIS, G., HYATT, A. & PIETSCH, R., 2008. – Reintroduction of the Green and Golden Bell Frog Litoria aurea to Pambula on the south coast of New South Wales. Australian Zoologist, 34: 261-270.
KRAAIJEVELD-SMIT, F. J. L., BEEBEE, T. J. C., GRIFFITHS, R. A., MOORE, R. D. & SCHLEY, L., 2005. – Low gene flow but high genetic diversity in the threatened Mallorcan midwife toad Alytes muletensis. Molec. Ecol., 14: 3307-3315.
MORGAN, M. J., HUNTER, D., PIETSCH, R., OSBORNE, W. & KEOUGH, J. S., 2008. – Assessment of genetic diversity in the critically endangered Australian corroboree frogs, Pseudophryne corroboree and Pseudophryne pengilleyi, identifies four evolutionary significant units for conservation. Molec. Ecol., 17: 3448-3463.
ZIPPEL, K. C., IBÁÑEZ R. D., LINDQUIST E. D., RICHARDS C. L., JARAMILLO, C. A. & GRIFFITH, E. J., 2007 (“2006”). – Implicaciones en la conservación de las ranas doradas de Panamá, asociadas con su revisión taxonómica. Herpetotropicos, 3: 29-39.